Fotografía de Víctor
Carrillo
La
nostalgia también nos deshace (por dentro)
en
cenizas.
Es
un pretexto para respirar que quede intacta la piel.
Que
un piso no amueblado alcance
1700°C
en medio del invierno en Madrid.
Aquella
llamada como cualquier otra.
Y
la mecha.
Abrasarse
desde dentro de las costillas.
Explotar,
por no aguantar más incandescencia entre los dedos.
Y
explotar.
Las
palabras mancharon una habitación en blanco.
Mis
células por el suelo.
Las
fotos cayendo por la ventana.
Los
versos que no escribimos.
NOTA. La composición final poema-imagen apareció en Boronía.
Poemas a 45 rpm (abril 2011)
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