Fotografía de Víctor Carrillo
"Anna, un día, por juego, se decapita.
Le gusta e insiste en ello(...)
La sangre posee los colores de las cerezas maduras y queda preciosa.
-¡Mira! - exclama, y con los dedos me muestra los bordes de la herida (...)
Este gusto por el asesinato propio, y repetido, le resulta natural".
Manuel de Pedrolo. Anna
[Traducción al castellano: José García Obrero]
A veces, sin querer, me quito la cabeza.
Después paso meses
sin encontrarla por casa.
Apenas un rastro de cerezas y café.
Luego, de repente, me descubro entre sábanas sucias.
Recompongo entonces los rizos, pronuncio mi nombre
seis veces y me muerdo el labio
por el extremo inferior izquierdo.
Algo colapsa la retina.
Este cuerpo no sabe tolerarme.
sin encontrarla por casa.
Apenas un rastro de cerezas y café.
Luego, de repente, me descubro entre sábanas sucias.
Recompongo entonces los rizos, pronuncio mi nombre
seis veces y me muerdo el labio
por el extremo inferior izquierdo.
Algo colapsa la retina.
Este cuerpo no sabe tolerarme.
5 comentarios:
Yo soy muy de perder la cabeza, pero soy más de perder la esperanza.
¿Estamos perdidos?
No tenemos remedio :P
esa frase final es estupenda!
y te encajas, y te rompes, y te rebelas.
son pequeños trasquilones *
El costo siempre supera el beneficio.
Bss.
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