Él: -Pues sí.Clarice Lispector. La pasión según G.H. (1964)
Ella: -¿Pues sí, qué?
Él: -¡Yo dije pues sí!
Ella: -¿Pero "pues sí" qué?
Él: -Mejor cambiemos de conversación porque tú no me entiendes.
Ella: -¿Entender qué?
Él: -¡Virgen Santa! ¡Macabea, vamos a acambiar de tema ahora mismo!
Ella: -¿Y de qué hablamos?
Él: -De ti, por ejemplo.
Ella: -¡¿De mí?!
Él: -¿Por qué tanto susto? ¿Tú no eres gente? La gente habla de la gente.
Ella: -Disculpa, pero no me parece que sea yo muy gente.
Él: -¡Pero si todo el mundo es gente, Dios mío!
Ella: -Yo no me he habituado.
Él: -¿No te has habituado a qué?
Ella: -Ah, no sé explicarme.
Él: -¿Entonces?
Ella: -¿Entonces qué?
Él: -Oye, me largo, porque tú eres imposible.
Ella: -Es que sólo sé ser imposible, no sé otra cosa. ¿Qué puedo hacer para ser posible?
Él: -Deja de hablar que sólo dices estupideces.
Fotografía de Víctor Carrillo.
A veces, por más que lo intentemos, es imposible entenderse. También ser posible.
2 comentarios:
Qué familiares me resultan esas conversaciones...
te sigo, por supuesto.
mua
Sil
Guapa! mira que encontrarme tu blog por tuenti! Encantada! me gusta mucho como escribes un beso!
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